En Soto de Sajambre en pleno Parque Nacional de Picos de Europa, un indiano llamado Félix de Martino, como tantos otros financió a principios del siglo XX con la fortuna amasada en México, un buen número de mejoras en su pueblo natal. Típico puede ser una rehabilitación de una iglesia o incluso la construcción, una fuente o plantaciones varias.
Pero en este caso contamos con una escuela y una central eléctrica. La escuela, como tantas es fruto del convencimiento de su fundador en que la educación es la vía para el desarrollo, y también de un momento en el que la Instituto Libre de Enseñanza abría nuevos caminos.
Sin embargo, el mayor problema es y sigue siendo la escasez de niños y niñas en el pueblo, y aunque como se puede ver en las imágenes, estaban profusamente dotadas de materiales y recursos, tuvo un corto recorrido.
Pero, lo interesante hoy en día, es que podemos conocer de primera mano como fue aquella escuela, gracias a que gran parte de los materiales se han conservado y a la restauración realizada para su musealización.
Más información en este enlace.